Entre las personas heridas está una decena de niños cuyas identidades se desconocen pues viabajan sin papeles.
Al menos una decena de niños de entre 5 y 11 años resultaron heridos en el accidente de un autobús con migrantes que cayó a un precipicio en el occidente de Panamá y que causó 39 muertos.
José Domingo De Obaldía, director médico del Hospital Materno Infantil Johny Parra, precisó que a esa institución llegaron 10 menores, cinco niñas y cinco niños, cuyas identidades se desconoce pues arribaron sin papeles.
”Tres están en condición crítica, se estabilizaron en el cuarto de urgencia y pasaron a la sala de cuidados intensivos”, afirmó.
Al Hospital Rafael Hernández llegaron 24 heridos, uno de los cuales falleció cuando era atendido, según informó la cadena Telemetro.
¿Qué provocó el accidente automovilístico?
Las autoridades continuaban este mediodía con el levantamiento de los cadáveres en el sitio del accidente, una pequeña hondonada en la vía que conduce al albergue de migrantes en tránsito situado en Gualaca, cerca de la frontera con Costa Rica,.
Edilberto Armuelles, mayor de bomberos en la provincia de Chiriquí, precisó que en el accidente ocurrió a las 4:30 horas, tiempo local. El autobús quedó destrozado, incluso sin techo y muchos asientos quedaron desperdigados por el piso.
De acuerdo con la versión disponible y que es verificada por las autoridades, el conductor del autobús cargado de migrantes se pasó la entrada del albergue, y al devolverse perdió el control del vehículo, chocó al menos con un objeto fijo, y se precipitó por la hondonada.
El Ministerio de Seguridad Pública dijo en un comunicado que “la información preliminar” da cuenta “que 39 personas lamentablemente han perdido la vida” en el accidente del autobús, que transportaba a 66 pasajeros.
Las autoridades aún no han dado detalles sobre la identidad de las personas fallecidas, aunque se presume que sean en su mayoría migrantes.
Panamá, nación en donde 248 mil 284 migrantes irregulares atravesaron la selva del Darién en su jornada hacía Estados Unidos, una cifra inédita, recibe a estos viajeros en estaciones donde toman sus datos biométricos y les ofrecen asistencia de salud y alimentación. Después, son trasladados en buses hacia la frontera con Costa Rica para que sigan su camino.